La Inteligencia Artificial (IA) ha capturado la imaginación del mundo, convirtiéndose en un tema recurrente en la discusión contemporánea. Una serie de artículos que se publicarán sobre este tema, buscarán explorar el concepto de IA desde una perspectiva histórica, entrelazando eventos y figuras claves que han moldeado su evolución hasta la realidad actual y un futuro deslumbrante. Pero antes de embarcarnos en ese viaje, algo de introducción. Comencemos tomando y revisando las dos palabras “Inteligencia Artificial”.
Inteligencia.
La ‘inteligencia’ es un término que usamos con frecuencia para calificar a las personas en un espectro de “más o menos inteligente”. Permítame estimado lector algunas anécdotas personales:
Infancia. Pensaba que la inteligencia era un número entre 1 y 20 en una boleta. El grado de inteligencia era una proporción directa a ese número. En sexto grado, nuestro estimado y siempre recordado profesor José Alonso Sevillano (QEPD) nos invitó a memorizar las capitales de los países del mundo. En ese momento la inteligencia pasó a ser la capacidad de retener con más o menos éxito esa información. Todavía mi cerebro guarda vestigios de los países y sus capitales, aun cuando algunos de esos países ya no existen.
Adolescencia. Durante el bachillerato, empecé a asociar la inteligencia con la capacidad de resaltar en otras áreas no relativas a los estudios, por ejemplo, el deporte.
Juventud. En la etapa universitaria, la inteligencia se convirtió en una medida de la efectividad de conocer chicas y salir airoso en citas.
Madurez. Ya con 5 décadas a cuestas, entiendo más la inteligencia como la capacidad de administrar y manejar la información, saber dónde buscar y cómo enlazar, con el propósito de resolver un problema.
Definición de Inteligencia. Mis vivencias buscaban caracterizar algunas acciones presentes en la inteligencia: entender, razonar, aprender, memorizar y resolver problemas. En este punto, podemos aceptar como una definición aproximada que la inteligencia se refiere a la capacidad de adquirir y aplicar conocimientos, resolver problemas, adaptarse a nuevas situaciones y aprender de la experiencia. La inteligencia implica habilidades cognitivas, como el razonamiento, la percepción, la memoria, la comprensión y la toma de decisiones.
Inteligencia Más Allá de los Humanos. ¿Es la especie humana la única con inteligencia? ¿Cuáles otras especies muestran inteligencia? Las personas que amamos a los gatos y a los perros inmediatamente tomaremos partido que las mascotas suelen ser más inteligentes que sus compañeros humanos. Al menos, hasta el momento, no se sabe de guerras entre gatos o perros.
Artificial.
La segunda palabra: Artificial. Parece que aquí las cosas son más sencillas, pues artificial nos remite a lo mecánico (máquinas, robots, etc.), a algo que no es biológico.
Cuando juntamos las dos palabras “Inteligencia Artificial”, nos estaremos refiriendo a cómo la inteligencia humana puede ser simulada o replicada en entornos más allá de la biología humana. La Inteligencia Artificial es la frontera donde la inteligencia humana se encuentra con la tecnología, creando posibilidades que trascienden nuestra biología. Esta serie de artículos son una invitación a la discusión y el debate sobre cómo la IA continúa redefiniendo lo que significa ser inteligente.
Néstor Bueno